El problema meridional ha sido estudiado a lo largo de todo el siglo xix por un gran número de investigadores. Su denuncia de los males sociales y políticos se ha presentado como un problema relacionado con la distribución de la riqueza o con la necesidad de atajar las fuentes de la desigualdad. Esta agenda se sostenía gracias a un ideal reformista que dejaba en el aire la cuestión esencial: qué fuerza debería hacerse protagonista de la transformación del Sur, puesto que la burguesía italiana no respondía a su llamada. Situándose en la época donde imperaba el fascismo en el país, Antonio Gramsci va más allá y traslada a los problemas concretos de entonces a la fórmula de los consejos soviéticos y además adapta el concepto de consejo campesino que se hizo famoso durante la revolución rusa. Al igual que en la ciudad, también en el campo, el Consejo organizará de manera permanente a las masas, las educará en términos socialistas, será la sede en la que la comunidad campesina afrontará sus propias necesidades y planificará colectivamente la misma acción productiva. Para el autor, en este Consejo campesino nacerá
Antonio Gramsci (Ales, Cagliari 1891 ? Roma 1937). Llegado a Turín con una beca de estudios desde la postergada Italia meridional, se formó durante algunos años en filología en la universidad, pero durante la Primera Guerra Mundial pasó a dedicarse exclusivamente al periodismo y, sobre todo a la política, primero en las filas del socialismo y más tarde en las del comunismo. Empieza su actividad como redactor en 1916, en el semanario de la sección socialista de Turín Il Grido del Popolo y en Avanti! De 1919 a 1920 es secretario de redacción del semanario L?Ordine nuovo y participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín. En enero de 1921 se convierte en uno de los cofundadores del Partido Comunista Italiano, del que será nombrado secretario general en 1924. Dos años antes, conoce a la que será su mujer, Julia Schucht, en un viaje a Moscú como representante del partido italiano en el ejecutivo de la Internacional comunista. Elegido como miembro del Parlamento en abril de 1924, es arrestado en noviembre de 1926, coincidiendo con la prohibición de todos los partidos de la oposición por el régimen fascista. Es condenado por el Tribunal Especial a veinte años de prisión. Sus reflexiones de esos años se han reunido en sus Cuadernos de la cárcel. Muere pocos días después de ser liberado, tras una larga enfermedad testimoniada en sus Cartas desde la cárcel.