Toda la obra de Alice Miller es en realidad un largo camino hacia el conocimiento de las zonas olvidadas del alma humana. En La llave perdida, tal vez más que en cualquier otra obra suya, Miller intenta disolver las cortinas de humo con las que envolvemos nuestras verdades más dolorosas. Para ello, y a modo de ejemplo, señala algunas claves básicas de nuestras angustias localizando en la obra de personajes como Nietzsche, Picasso o Buster Keaton aquellas puertas de su propias moradas interiores que habían permanecido cerradas desde la infancia. Y así, en el intento de recuperar las llaves perdidas, tal vez dejemos aflorar al fin estados de ánimo reveladores, sentimientos sobrecogedores y probablemente una vivencia del mundo totalmente distinta.
Alice Miller, doctora en filosofía, estudió en
Basilea psicología y sociología. Después de ejercer durante más de veinte años
como psicoterapeuta, decidió dejar por escrito el resultado de sus
experiencias. Desde entonces ha publicado siete libros, todos ellos ampliamente
reconocidos por el público. En 1986 recibió en Nueva York el Premio Janusz-Korczak. La obra de Alice Miller es reconocida hoy en día
en el mundo entero como una de las mayores aportaciones contemporáneas al
estudio de las raíces de la violencia en
la infancia.