Después de Monterroso, todo el mundo sueña con dinosaurios, bien al entregarse al plácido sueño o bien al despertar al clamor del día. Miguel Ávila Cabezas no iba a ser menos, aunque él, llevado de su caleidoscópica imaginación, conjura realidades que también se concentran en la brevedad de la expresión. Por La otra cara de la moneda se asoman, sin ir más lejos, Sócrates y la evidencia de su muerte, Aquiles y la tortuga, que nunca llegaron a ningún sitio pues nunca partieron de ningún lugar, la feroz disputa de las palabras por ser las primeras en coronar el texto sublime; o el mismo Ripley, que sabía sin saber ni saberse; o también esa familia de todos los domingos y fiestas de guardar que, bien pertrechada de los necesarios útiles, se dirigen al bosque para oficiar el rito de su sacrosanta barbacoa, utilizando, eso sí, el bosque entero como parrilla. Y así, en 101 destellos de ingenio y mordacidad no exentos del humor y la ironía (la otra cara de la moneda), que todo lo impregnan, acude a los ojos y la mente del lector el universo entero concentrado finalmente en el mismo vacío que, bien mirado, es la somb
Miguel Ávila Cabezas (Granada, 1953) es licenciado en Filología Románica y Filología Hispánica por la Universidad de Granada, y doctor en Filología Románica por la Universidad de Almería. En la actualidad es profesor de Lengua y Literatura en el Instituto Español ?Juan Ramón Jiménez? de Casablanca. Como crítico teatral y literario colabora en diversas publicaciones periódicas de ámbito nacional e internacional. Coordinó y dirigió las primeras jornadas de homenaje a José Martín Recuerda, celebradas en Salobreña, en abril de 1999. Igualmente ha coordinado otros proyectos colectivos, entre los que cabe destacar Antología lírica del mar (Motril, 2000) y Versos para un fin de milenio (Motril, 2001). Desde el 2002 y hasta el 2005 dirigió la colección ?Cuadernos Literarios de Salobreña?. Coordina actualmente las colecciones bilingües ?La bala de seda? y ?La letra nazarí?, en cuyo número ocho ha publicado el tríptico titulado Miseria asoma.