TWAIN, MARK / AULADELL, PABLO (Ilustración)
Huckleberry, pese a los denodados intentos de la viuda Douglas por «civilizarlo», sigue siendo un canalla entrañable y asilvestrado. Obligado a escapar de las palizas de su padre alcohólico, el camino de Huck se cruzará con el de Jim, un esclavo negro que se ha fugado al enterarse de que quieren venderlo. En ese camino de huida, ambos trabarán una sincera amistad, llena de lealtad y admiración mutua. La aparición final de Tom Sawyer, con sus estrambóticos planes de siempre, pone la guinda al pastel. Canto a la amistad, la libertad, los sueños y el idealismo, Las aventuras de Huckleberry Finn es una obra inmortal, una lectura inolvidable.
Las soberbias ilustraciones de Pablo Auladell multiplican el placer de revisitar o descubrir este clásico imperecedero.
Mark Twain es el seudónimo con el que firmaba Samuel Langhorne Clemens (Florida, Missouri, 1835-Reddind, Connecticut, 1910). Norteamericano enormemente inquieto, su vida fue un constante ir y venir. Dejó la escuela a los trece años para entrar de aprendiz en una imprenta. Realizó las tareas más diversas y, sobre todo, escribió muchísimo. Con todo, jamás abandonó los estudios y se doctoró en letras y en leyes. Viajó por América y Europa y visitó Palestina y las islas Hawai. Su vida está plagada de anécdotas divertidas que demuestran una profunda independencia personal, un rechazo total a vivir con ataduras. Dio conferencias por todas partes y fue nombrado doctor honoris causa por la universidad inglesa de Oxford, una de las más prestigiosas del mundo. Su vida literaria se caracteriza por una producción muy abundante, llena siempre de humor, de un humor que con los años se fue volviendo agrio, profundamente crítico e incluso agresivo. En algunas de sus obras, como Las aventuras de Tom Sawyer, Mark Twain narra muchos hechos de su infancia, marcada por una sociedad, según él, estrecha y puritana.