La novela corta Las infamias de un vizconde o La loca de la cabeza es una burla de la narrativa «de folletín» en la que Jardiel Poncela pone en juego su amplísimo abanico de recursos humorísticos y desmitificadores para acabar definitivamente con un género literario trasnochado. Se publicó en la revista Buen Humor entre enero y abril de 1928, en números sucesivos y en disposición tipográfica adecuada para que más tarde las hojas pudieran doblarse y encuadernarse por separado. Es un ejemplo magnífico de la habilidad del autor para criticar comportamientos sociales a través de los géneros literarios preferidos por las gentes. Aquí, su vena paródica se muestra en todo su esplendor.
A esta novela corta la acompaña en esta edición una treintena de cuentos originalísimos, aparecidos todos ellos en diversas publicaciones de los años veinte, como la ya mencionada Buen Humor, Gutiérrez, Mundo Gráfico y otras. Estos textos no han vuelto a publicarse desde entonces y no se incluyen en las Obras completas del autor, por lo que su inserción en este libro resultará una grata sorpresa para los numerosos jardielistas.
Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) es uno de los miembros más destacados de la que se ha llamado «la generación inverosímil» y está considerado como el renovador del humor español moderno. Su producción literaria es ingente.
Pese a que se le conoce más como dramaturgo, escribió también novelas, cuentos, poesías, ensayos, artículos periodísticos y guiones cinematográficos. Dirigió películas y fue empresario teatral. Su humor vanguardista y cosmopolita creó escuela y dejó una impronta jardielesca en los humoristas posteriores.
Aparte de su obra creativa, Jardiel Poncela fue un teórico del humor, preconizó la superioridad de éste sobre el género dramático. Para él, la comicidad era uno de los frutos de la civilización. El humor surge de la inteligencia. Para poder entenderlo y apreciarlo en profundidad ha de poseerse una sólida cultura, una aguda sensibilidad, un buen conocimiento del propio idioma y una actitud sabia ante el mundo.
Enrique Jardiel Poncela fue uno de los escritores españoles más rupturistas de la primera mitad del siglo XX. Dramaturgo, novelista y guionista, conoció a Manuel Machado, quien le animó en su vocación, y a Ramón Gómez de la Serna que ejerció una gran influencia personal y literaria sobre él. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época, lo que le supuso no pocas críticas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura, y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado, además, numerosas películas basadas en ellas. De su producción teatral destacan Una noche de primavera sin sueño (1927), Angelina o el honor de un brigadier (1934), Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936), Eloísa está debajo de un almendro (1940) y Los ladrones somos gente honrada (1941). Entre sus novelas más destacadas figuran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y La «tournée» de Dios (1932).