Un inteligente melodrama con una intriga sabiamente administrada que, a su vez, también es una lúcida reflexión sobre la belleza, el amor, el exilio, la enfermedad y los vínculos familiares. Su protagonista, Vidal, recuerda desde su retiro los años parisinos, cómo educó a Perla para que se conviertiera en la digna esposa de su protector, el conde de Cressay. Pero ahora el aristócrata ha muerto, Vidal ya no se siente con fuerzas, y tendrá que ser la propia Perla quine se enfrente a los codiciosos herederos del conde.