En verano Claudia debe permanecer estudiando en Madrid. Y para ello se traslada a casa de su abuela, que es china. En ese extraño oasis de paz la joven descubre que la vida casi nunca es como parece. Mientras diseña ideogramas sobre papeles de arroz, la abuela MiaoSan desvela retazos de la historia familiar, un pasado que pesa como una losa y, al mismo tiempo, enorgullece a todo aquel que se sabe ligado a él. Claudia conoce así el secreto de Ópalo, su bisabuela, una mujer que tomó parte activa en la época que le tocó vivir.
Es licenciada en Filosofia Española y Trabajo social, y también estudió derecho. Durante poco fue conocida como poeta por haber ganado el Premio Internacional de Poesía Cálamo. Colaboró en el diario As como cronista deportiva. Posteriormente entró en el mundo del periodismo, en cual que sigue colaborando, y que compagina con su labor literaria. Tiene una hija. Después de escribir novelas para adultos, se adentró en el mundo de la literatura infantil y juvenil. Con Milú, un perro en desgracia entró en el White Ravens 2001. Con Pendientes, caracoles y mariposas ganó el XIII Premio Ala Delta. En 2004 obtuvo el Premio de la Crítica de Asturias por 'El puente de los cerezos'. Este mismo libro fue seleccionado al año siguiente por las Bibliotecas Nacionales de Venezuela como el mejor libro editado en castellano. Esas mismas Bibliotecas seleccionaron, en 2007, otro libro de la autora, Palabras de pan. Ha obtenido el Premio Destino Infantil Apel, y el Les Mestres 2005 con Witika, hija de los leones. Ganó el IV Premio de la Crítica de Asturias 2003 con El puente de los cerezos.