Dividido en dos partes, este libro reúne las crónicas que Azorín escribiera tras su estancia en París durante la I Guerra Mundial como corresponsal del diario ABC, y las del Madrid de los parques, los cafés y los libreros de viejo de los años 10 y 20 del pasado siglo. Si bien las circunstancias son diferentes, los textos tienen el estilo propio del autor, cuyas descripciones precisas e irónicas del día a día de la ciudad bombardeada y de la capital española son un fresco, no sólo de la época y sus personajes, sino de los arquetipos que no cambian, ya sea bajo bombas o en la calma de un paseo por el Retiro.