Poder consultar las fuentes de la biblioteca de Alejandría no estuvo al alcance de muchos. Sin embargo, de entre los que pudieron disfrutar de semejante fortuna emergió la figura del enigmático Claudio Ptolomeo. Guiado por la senda marcada tres siglos antes por Hiparco de Rodas, Ptolomeo sintetizó los movimientos de todos los cuerpos celestes conocidos en un Universo completamente geométrico. Sus técnicas matemáticas le llevaron a unas teorías que pudieron sobrevivir durante casi quince siglos y sólo la llegada del telescopio en el siglo XVII puso fin a una ilusión que, no por falsa, significó un avance en los campos de la geometría y el análisis matemático.