Estudio preliminar.
Bibliografía.
Sobre la autonomía política de Cataluña.
En este libro se reúnen los textos decisivos de Azaña sobre la autonomía de Cataluña desde que, aún en la monarquía, promete en un discurso pronunciado en Barcelona que la República reconocerá todas las aspiraciones catalanas. Siendo patente su papel en las Cortes Constituyentes a fin de configurar un régimen de autonomía para las regiones, sus intervenciones fueron absolutamente decisivas en los debates parlamentarios que perfilaron el Estatuto de autonomía de 1932. Además, se incorporan a esta recopilación los textos de los diarios personales de Azaña durante la guerra civil, en los que culpa a Cataluña de una grave deslealtad con la República y llega a poner en duda el porvenir de la autonomía en el futuro. Se demuestra que fue suya la iniciativa para que el Estado recuperase todas las atribuciones de que se había apropiado indebidamente la Generalidad, operación llevada a cabo por el Gobierno Negrín con importantes consecuencias para el curso mismo de la guerra. Se concluye con el texto de dos significativos artículos sobre Cataluña en la guerra, escritos en el exilio, que no llegaron a publicarse en su tiempo. La presente edición ha corrido a cargo de Eduardo García de Enterría, quien ha escrito un amplio y aclaratorio estudio preliminar. Partiendo de los orígenes mismos del pensamiento autonomista y nacionalista catalán, cuenta cómo Azaña, por razones inicialmente circunstanciales, fue el hombre decisivo en los Gobiernos de la República para la configuración del Estatuto catalán de 1932, intervención que acredita su extraordinaria calidad, incluso como iuspublicista lo que, evidentemente, no era. No obstante, tras una construcción constitucional de la que Azaña se sintió justamente orgulloso, vino el desencanto confesado por el abuso y excesos de dicha autonomía durante la guerra civil, lo que le llevó a poner en duda el futuro mismo de dicho régimen autonómico.
MANUEL AZAÑA (1880-1940) fue, sin duda, el político más importante de la Segunda República y uno de los más destacados intelectuales españoles del primer tercio del siglo XX. En plena dictadura de Primo de Rivera fundó el partido Acción Republicana, una de las formaciones decisivas en el advenimiento de la República en 1931. En el nuevo régimen Azaña personificó el espíritu reformista del primer bienio republicano como ministro de la Guerra y presidente de Gobierno, así como con su oposición parlamentaria al gobierno de centro-derecha en 1934-1936, y la asunción de la presidencia de la República tras el triunfo del Frente Popular y durante la guerra civil, hasta su muerte en el exilio francés. Como escritor se prodigó en diversos géneros que abarcaron desde los artículos periodísticos y discursos de signo político, hasta el ensayo literario -como el que le valió el Premio Nacional de Literatura en 1926- y los diarios. Estos discursos y artículos dedicados a la autonomía catalana son expresión de su talento y lucidez en los diagnósticos y soluciones a problemas de ayer, aún hoy plenamente vigentes.