El 14 de octubre de 1964, Vladimir Nabokov, un insomne crónico, comenzó un curioso experimento. Durante los días siguientes, justo al despertar, anotó sus sueños siguiendo las instrucciones que encontró en Un experimento con el tiempo, del filósofo británico John Dunne. El objetivo era probar la teoría de que el tiempo puede discurrir también hacia atrás, de modo que, paradójicamente, un acontecimiento futuro puede generar un sueño anterior. El resultado publicado aquí por primera vez es un diario fascinante en el que Nabokov registró sesenta y cuatro sueños (y los subsiguientes episodios diurnos) en 118 tarjetas, que ofrecen una visión singular del artista en su ámbito más privado. Más allá de una mera anécdota biográfica, este experimento avivó el apasionado interés del autor por el misterio del tiempo, concepto que influyó en numerosas de sus novelas, incluida la obra maestra Ada o el ardor.
Vladimir Nabokov nació en San Petersburgo en el seno de una familia de la aristocracia en 1899, pero su trayectoria familiar primero, y luego sus inquietudes personales, lo llevaron a Alemania, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, donde inició una brillante carrera como poeta, novelista, crítico y traductor, a la vez que enseñaba Literatura en varias universidades de prestigio. Sus novelas Mary (1926), Rey, dama, valet (1928), La defensa (1930), Gloria (1932), Risa en la oscuridad (1933), Desesperación y La dádiva (ambas de 1934), Invitado a una decapitación (1938), El ojo (1937), El hechicero (1939), La verdadera vida de Sebastián Knight (1941) y Ultima Thule (1942) precedieron el éxito monumental de Lolita (1955) que le permitió abandonar la enseñanza y consagrarse por entero a su vocación de escritor. Después llegaron Pnin (1957), Pálido fuego (1962), Ada o el ardor (1969), Cosas transparentes (1972), ¡Mira los arlequines! (1974). Entre sus obras de no ficción cabe destacar su autobiografía Habla, memoria (1951) y ensayos literarios como Nikolai Gögol (1944) o sus cursos de literatura europea, sobre el Quijote o sobre la literatura rusa. En 1961 se trasladó a Suiza, donde murió en 1977. En 2009, su hijo Dmitri accedió a la publicación de su novela inacabada, El original de Laura.