Bajo este título, don Ramón del ValleInclán presenta tres farsas que preparan y abren el camino al esperpento. La deformación de los valores tradicionales sirve para crear una sátira del poder en la que se denuncian la crueldad y la hipocresía dominantes en la época.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) colaboró asiduamente en prensa y cultivó la prosa y el teatro, llegando a ser uno de los mayores renovadores de la escena española gracias a su técnica el esperpento. Contrario a la dictadura de Primo de Rivera, motivo por el que llegó a estar encarcelado, ostentó el cargo de conservador general del Patrimonio Artístico y director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma durante la Segunda República. El deterioro de su salud le hizo retirarse a Santiago de Compostela, donde falleció en 1936.