John Dos Passos sentía una fascinación inconmensurable por España y la cultura hispánica. Por ello, y desde una edad muy temprana (desde su formación como estudiante), pensó y realizó viajes por España y por todos los lugares en los que se pudieran encontrar trazos o vestigios de la cultura hispánica. Viajero impenitente, atravesó de cabo a rabo no sólo nuestra península, sino también toda Norteamérica, los confines de Europa Oriental y vastas zonas de Oriente Próximo. John Dos Passos llegó a España por primera vez en octubre de 1916 y permaneció en la península casi tres meses. Instalado en Madrid, recorrió con ahínco pasional y mirada enfervorizada buena parte de nuestra singular geografía. Poco después de Navidad, y poco antes de regresar a Estados Unidos (su padre acababa de morir), realizó un sinuoso periplo con paradas en Cartagena, Alicante, Tarragona y numerosos pueblos aledaños. Volvió a España en agosto de 1919 donde estuvo unos ocho meses. Durante la segunda mitad de 1921, Dos Passos realizó un largo viaje por Europa Oriental y Oriente Próximo, desde los Balcanes, Turquía y el Cáucaso hasta ciudades como Damasco y Bagdad. En 1933 recibió el encargo editorial, que aceptó, de viajar a España para escribir un libro sobre la segunda república española («la República de los hombres honestos», la llamaría), un proyecto que se vio interrumpido y finalmente frustrado por los continuos accesos de fiebre reumática, de manera que el proyecto inicial se acabó convirtiendo en un libro misceláneo con todos los textos escritos por Dos sobre España e inéditos hasta entonces, con páginas insobornables sobre la caída de la República en manos de los nacionales, y nuevos textos sobre México (con una estampa memorable de Emiliano Zapata), Estados Unidos y la Unión Soviética.