Un niño pasa una larga temporada en la cama porque le han detectado una mancha en el pulmón, aviso de tuberculosis. Los familiares, solícitos, lo cuidan, le cuentan historias y le regalan libros. El niño imagina, fantasea, se adentra en el reino de la ficción. Con el tiempo, ese chico se convertirá en un fabulador: el cineasta -y notabilísimo escritor- Manuel Gutiérrez Aragón, que ahora nos presenta sus memorias.
Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, Cantabria, 1942) ingresó en 1962 en la Escuela de Cine de Madrid, a la vez que estudiaba Filosofía y Letras. Su primer largometraje fue Habla, mudita (1973), producido por Elías Querejeta y Premio de la Crítica en el Festival de Berlín. Entre sus películas más conocidas figuran Camada negra (1977), Oso de Plata al mejor director en el Festival de Berlín