Como toda novela negra que se precie, este relato es una profunda y aguda crítica a los poderes que actúan desde la sombra y que erosionan el sistema sociopolítico de cualquier lugar. La agilidad narrativa del relato, el buen manejo del diálogo, del sentido del humor, la fina ironía y, sobre todo, las características del detective Heredia, un personaje lo más cercano al antihéroe, creado por el autor y que aparece en varias de sus novelas, hacen que esta novela se lea de un tirón.