Esta selección de artículos y ensayos intenta acercarnos al Foxá periodista y también pensador que - según Luis Calvo- introdujo en el arte periodístico de narrar y de glosar un nuevo cosquilleo de metáforas, un cabrilleo estremecido de imágenes, que se apresuraban y atropellaban, como las olas del mar sobre la superficie engañosa del hecho que pasa. Ese "hecho que pasa" es el que le sedujo y atrapó: yo amo el periodismo -declara- porque es ligero y efímero como el mes de mayo, porque escribe en hojas que se marchitan y se lleva el aire, porque tiene un perfume de oportunidad que se evapora en una hora, porque de martes a miércoles una crónica pierde fragancia o se puede morir y, en cambio, encajada en su día exacto 8como en un tiesto) se refresca con ese rocío que no conocieron los escritores antiguos y que se llama actualidad.
Confiemos en que esta antología no deforme ni difumine su perfil sino que lo sitúe en el lugar que le corresponde y que -por motivos ajenos a la literatura- se le suele negar. Agustín de Foxá fue -y hay que recordarlo- un gran prosista: un gran cronista lírico de su época y de sus sociedad.
Agustín de Foxá (Madrid, 1903-1959), Conde de Foxá. Poeta, novelista, periodista y diplomático. Ingresó en la carrera diplomática en 1930 y ocupó cargos en diversos países. Edgar Neville, diplomático también, fue una de sus primeras amistades literarias. Empezó su producción con un libro de poemas de tono entre modernista y vanguardista, La niña del caracol (1933), con prólogo del editor Manuel Altolaguirre. En 1936 publicó El toro, la muerte y el agua, con prólogo de Manuel Machado. Falangista de la primera hora, es uno de los autores del himno «Cara al sol». Entre 1940 y 1943 dirigió la revista hispanoitaliana Legiones y Falanges. En 1940 publicó la antología El almendro y la espada: poemas de paz y guerra y en 1948 El gallo y la muerte. Además de su poesía, merecen destacarse sus obras teatrales: Cui-Ping-Sing (1940), Baile en Capitanía (1944), ambientada en la segunda Guerra Carlista y El beso de la Bella Durmiente (1948). Es autor de un libro de viajes, Por la otra orilla. Crónicas e impresiones de viajes por América (1961), un libro de relatos, Misión en Bucarest (1965) y como narrador, una importante novela de corte histórico, entre Galdós y Valle-Inclán, Madrid de Corte a Cheka (1938). En 1956 ingresó en la Real Academia Española.