La figura de Tolstói, compleja y polifacética, fascinó tanto a sus contemporáneos como fascina hoy a quien se acerca a sus obras. El escritor, el pensador moral, el asceta, el conde, se ven reflejados en estos testimonios de personas que lo conocieron, lo trataron o simplemente lo observaron durante años. Cada uno de ellos refleja un aspecto de su personalidad desmesurada y fascinante.