Las cartas escritas a su hermano Theo, el único que quizás le comprendió, o por lo menos, lo intentó, nos ayudan a desvelar el misterio del genial pintor holandés que fue Vincent Van Gogh (18531890). Su peculiar visión del arte, su opinión sobre sus colegas contemporáneos y su propia y hermética personalidad, llena de frustraciones, complejos y traumas se siente en estas líneas. Es sin duda una de las más lúcidas aproximaciones para entender una obra mirada con indiferencia en su época, y en la actualidad superlativamente valorada. Se trata de una confesiones sinceras e irrepetibles.
Vincent Willem van Gogh fue un pintor neerlandés, uno de los principales exponentes del posimpresionismo.1 Pintó 900 cuadros (de ellos 27 autorretratos y 148 acuarelas) y 1.600 dibujos. La figura central en su vida fue su hermano menor Theo, quien continua y desinteresadamente le prestó apoyo financiero. La gran amistad entre ellos está documentada en las numerosas cartas que se intercambiaron desde agosto de 1872. Para Theo fueron 650 de sus 800 cartas conservadas.
La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura. Tuvo una gran influencia en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen.2 3 Por medio de numerosas reproducciones muchas de sus obras son muy conocidas y se encuentran profundamente enraizadas en la consciencia artística general y mantienen su actualidad en todo el mundo.