Las cartas de amor de Pablo Neruda reunidas en esta edición muestran la exaltación y la inquietud del hombre enamorado con respecto a sus numerosas musas (Terusa, Albertina, Olga, Delia, Matilde, etc.). También contemplan el vínculo profundo que une al joven poeta con su hermana Laura, su confidente preferida, y a su " mamadre " , Trinidad Candia Marverde, que sustituyó a su madre verdadera, muerta prematuramente. A ambas se dirigen muestras de afecto y atención que enriquecen la exuberante lista de la experiencia amorosa de Neruda, aportando el matiz de ternura que alberga el corazón del poeta. El epistolario amoroso de Neruda ?aparte de algunas cartas a Terusa, Albertina y Matilde, capaces de crear un mundo exclusivo de pasión y ensueño? revela un espacio poblado de referencias personales y, al mismo tiempo, muestra la extraordinaria riqueza de los intereses vitales del poeta. Las misivas de amor tienen un carácter eminentemente privado en el que conviven, junto a los apelativos y las palabras ardientes reservadas a las mujeres amadas, la presencia de compañeros, vecinos, parientes, y la evocación de acontecimientos que a veces iluminan la gestación del mundo poético del autor.
Pablo Neruda, nacido y muerto en Chile (Parral, 1904-Santiago, 1973), ha sido sin duda una de las voces más altas de la poesía mundial de nuestro tiempo. Desde el combate directo o desde la persecución y el exilio valerosamente arrostrados, la trayectoria del poeta, que en 1971 obtuvo el Premio Nobel, configura, a la vez que la evoluciónde un intelectual militante, una de las principales aventuras expresivas de la lírica en lengua castellana, sustentada en un poderío verbal inigualable, que de la indiscriminada inmersión en el mundo de las fuerzas telúricas originarias se expandió a la fusión con el ámbito natal americano y supo cantar el instante amoroso que contiene el cosmos, el tiempo oscuro de la opresión y el tiempo encendido de la lucha. Una mirada que abarca a la vez la vastedad de los seres y el abismo interior del lenguaje: poeta total, Neruda pertenece ya a la tradición más viva de nuestra mayor poesía.