Día 1 de octubre: Dios está en los cielos, la bolsa está a 10.140, la mayoría de los vuelos llegan a tiempo y Clayton Riddell, un artista de Maine, casi salta de alegría por Boylston Street, en Boston. Acaba de firmar un contrato para ilustrar un cómic que le permitirá mantener a su familia con su arte en vez de tener que dar clases. Ya ha comprado un regalo pequeño (¡pero caro!) a su sufrida mujer y tiene claro lo que va a regalar a su hijo Johnny. ¿Por qué no algo para sí mismo? Clay presiente que todo va a ir mejor a partir de entonces. Pero bruscamente se trastorna todo: se produce una devastación masiva, causada por un fenómeno que más adelante llamarán El Pulso, que se reproduce a través del teléfono móvil. De todos los teléfonos móviles. Clay, junto a unos cuantos supervivientes desesperados, se encuentra arrojado a una edad oscura, rodeados por el caos, la hecatombe y una masa humana degradada a su estado más primitivo. Parece que no hay forma de escapar a esta pesadilla. Sin embargo, una flecha indica a Clay el camino de su casa en Maine. mientras él y sus compañeros de viaje avanzan entre escenas espeluznantes hacia el norte, empiezan a ver los crudos signos que confirman la dirección: KASHWAKigual aNOF0. Una promesa, quizás. 0 una amenaza. Hay miles de millones de teléfonos móviles en el mundo. ¿Quién no tiene uno? Esta novela fascinante, absorbente y cruel de Stephen King no solamente hace la pregunta «¿Me oyes ahora?», sino también responde, y de una forma muy, muy inquietante.
Stephen Edwin King nació el 21 de septiembre de 1947 en Portland, en el estado de Maine (EE.UU.). Pasó su infancia en Fort Wayne (Indiana). En 1971 dio clases de inglés en Maine, al tiempo que escribía relatos cortos. Desde 1974 ha escrito varias historias que han sido leídas por millones de personas alrededor del mundo. Gran parte de su obra ha sido llevada al cine con gran éxito.