LAFORET, CARMEN / LAFORET / SANZ DE SOTO / SANZ DE SOTO, EMILIO
La correspondencia cruzada entre la novelista Carmen Laforet y el crítico de la cultura Emilio Sanz de Soto confirma que Laforet, pese a su mutismo publicitario, no renunció hasta el final a su ejecutoria de escritora, y recupera parte del tejido de la memoria de Sanz de Soto, tan carente de registros en letra impresa. La libertad fue la meta vital de ambos y la dificultad de encontrarla en la España de su época, el argumento central de sus respectivas biografías. Odiaban ser dirigidos y dirigir, y les gustó relacionarse con gente libre. Eran dos seres dotados de narración. Creían en la aristocracia de los sensibles, de los considerados, de los valerosos. Todo lo humano les parecía comprensible, sin etiquetas, sin el poder reductor de esencialismos identitarios. Este epistolario es también la historia de «una amistad amorosa», un concepto y una experiencia de difícil absorción en la cultura española, pero que continuamente estuvo en boca y en vida de Emilio Sanz de Soto y Carmen Laforet. La lectura de estas cartas está presidida por una perentoria necesidad de diálogo que nos remite al hermoso ensayo de Virginia Woolf, The Humane Art, en el que concibe el género epistolar como el arte más humano, al hundir sus raíces en «el amor a los amigos».
Estas cartas inéditas son las que cubren un mayor lapso de toda la correspondencia de Carmen Laforet (desde diciembre de 1958 a agosto de 1987) y contribuyen a un mejor conocimiento de la escritora de Nada y de las «memorias literarias vivas» de un testigo excepcional de la cultura española del medio siglo: Emilio Sanz de Soto.
Carmen Laforet (Barcelona, 1921-Madrid, 2004) obtuvo el Premio Nadal en su primera convocatoria con Nada (1945), título que tuvo el don de predecir el futuro de la novela española de posguerra, pero también de servir de guía a los lectores de su tiempo y de ahora. Entre 1952 y 1970 se sitúa el grueso de su obra: sus novelas La isla y los demonios (1952), La mujer nueva (1955) y La insolación (1963), su narrativa breve recogida en volúmenes como La muerta (1952), La llamada (1954) y La niña y otros relatos (1970), así como la crónica de su primer viaje a Estados Unidos, Paralelo 35 (1967). Al volver la esquina (2004) verá la luz póstumamente. Además publicó desde 1948 a 1983 cerca de cuatrocientos artículos periodísticos.
Emilio Sanz de Soto-Lyons (Málaga, 1924-Madrid, 2007) fue un personaje inclasificable, que hizo de la promoción de sus amigos su principal obra. Carmen Laforet lo describió en una de sus cartas como «la sombra que hace resaltar la luz». El hecho de haber crecido en Tánger dio a su formación y a su discurso un sesgo cosmopolita que contrastaba con el iberismo peninsular de la posguerra. Trabajó como asesor artístico de Carlos Saura y publicó numerosos artículos de carácter ensayístico. En sus últimos años fue profesor de historia del cine en el Instituto Internacional.
José Teruel es profesor Honorario de Literatura española en la UAM y acreditado como Catedrático de Universidad desde 2015. Una de sus líneas de investigación es la epistolografía, entre cuyos resultados están las ediciones anotadas de la correspondencia cruzada entre Carmen Martín Gaite y Juan Benet (2011) y del epistolario de la autora salmantina, en el volumen VII de sus Obras completas (2019). Fue comisario de la Exposición conmemorativa del centenario de Carmen Laforet en el Instituto Cervantes (2022).
Carmen Laforet nació en Barcelona en 1921. A los dos años se trasladó con su familia a Canarias, viviendo en Las Palmas. Allí permaneció hasta los dieciocho años. A esta edad marcha a Barcelona donde estudia, durante tres años, en la Facultad de Filosofía y Letras. En 1944 obtiene con Nada el Premio Nadal, en su primera convocatoria, y se convierte en la revelación de la narrativa española de posguerra, abriendo nuevos horizontes a nuestra literatura. Dos años después se traslada a Madrid, donde contrae matrimonio con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales y se instala definitivamente. De la misma autora son La isla y los demonios, La llamada, La mujer nueva (Premio Mallorca) y La insolación. Aunque nunca deja de escribir, en la década de 1970, aquejada de frecuentes depresiones y separada de su marido, Carmen Laforet se retira. Tras su fallecimiento en 2004, la editorial Destino publicó una novela inédita, Al volver la esquina, continuación de La insolación.