ALBERTO VÁZQUEZ-FIGUEROA / VAZQUEZ FIGUEROA,ALBERTO
¿Puede una novela salvar vidas?
Con su novela Coltán, Alberto Vazquez-Figueroa fue el primero en denunciar que empresas multinacionales se estaban enriqueciendo con el preciado mineral a base de financiar sangrientas guerras en el Congo. La repercusión fue inmediata: el mundo supo reaccionar, cesaron las guerras y se salvaron vidas.
El mismo autor rompe ahora otro tabú informativo al acusar a aquellos que atentan contra la salud de millones de hombres, mujeres y niños. Crimen contra la humanidad no solo puede salvar vidas, sino que puede enviar a la cárcel a quienes están cometiendo un lento y cruel genocidio. Cada muerto les reporta ingentes beneficios, a los que no están dispuestos a renunciar aunque a menudo vean morir a sus propios hijos.
Alberto Vázquez-Figueroa nació en 1936, el año en que empezó la guerra civil española. El principio de su vida está marcado por esa circunstancia histórica, pues su padre, sus tíos y su abuelo fueron encarcelados o deportados. A esta tragedia se une otra personal: en 1949 fallece su madre, y él, con trece años, es enviado con sus tíos al Sáhara, donde pasará el resto de su infancia y adolescencia.
La vida en el desierto, sus habitantes y su dureza le marcan en todos los sentidos. En 1954 vuelve a Santa Cruz de Tenerife, donde completa el bachillerato y decide estudiar periodismo en Madrid. Paralelamente a sus estudios logra una plaza como profesor de submarinismo en el buque-escuela Cruz del Sur, lo que le ocupará durante dos temporadas: 1957-1958.
En enero de 1958 dirige el equipo de buceadores que rescata los cadáveres del fondo del lago de Sanabria, adonde han sido arrastrados por la rotura de una presa.
Al acabar la carrera viaja a África Central, de donde vuelve con grandes reportajes que publica en el prestigioso semanario Destino. Tras varios años como corresponsal viajero de la citada revista, empieza a trabajar como enviado especial para La Vanguardia y para Televisión Española, cubriendo los conflictos bélicos más importantes de la época.
Poco a poco consigue compaginar sus grandes pasiones y hacer de ellas su modo de vida: la literatura, la aventura, los viajes... Al principio publica libros sobre los lugares lejanos y en cierto modo exóticos que conoce como periodista (África encadenada, La ruta de Orellana, Galápagos...), pero pasando los años empezará a publicar también novelas (Manaos, Tierra virgen, Quién mató al embajador...).
El éxito le llega con Ébano y, sobre todo, con Tuareg. Muchas de sus novelas son adaptadas al cine, industria con la que empieza una larga relación, ya que ha sido director, guionista y productor.
Entre sus obras más destacadas también pueden citarse, Sicario, El perro, El señor de las tinieblas, Coltán y las sagas Océano y Cienfuegos.
En 2010 se alzó con el prestigioso Premio Alfonso X el Sabio 2010 con su novela Garoé.