¿DE QUÉ LADO ESTÁ TU CORAZÓN? La primera novela de David Martínez Álvarez, #RAYDEN#, es un canto al valor de lo diferente. Una historia de amor a golpe de extremos. Un volcán despierto. DESCUBRE AL ESCRITOR TRAS LAS CANCIONES [Contra de faja] «No sé qué fue antes, si la canción o la novela, pero gracias a la mujer cactus y al hombre globo por acercar posturas. En un mundo donde tachan de imposible lo diferente, mi corazón está del lado de los improbables que se atreven». David Martínez Álvarez, Rayden Sáhara ama las flores aunque tiene nombre de desierto. Sáhara trabaja en el negocio familiar. Una pequeña floristería en Malasaña. Ciro es un joven lleno de aspiraciones frustradas. Vive en una habitación en Lavapiés. Ciro choca con Nicolás, un repartidor de comida. Decide suplantar su identidad y trabajar con su nombre. Nico-Ciro y Sáhara chocan en el Ojalá. Abren varias puertas que son volcanes. Y deciden arder. David Martínez Álvarez se desviste de Rayden y construye una novela que es poesía, teatro, tragicomedia, alegoría y caos en su debut como escritor. El acercamiento de la mujer cactus y el hombre globo es una historia de amor urbano contada a cañonazos donde la verdad aflora como un mosquito en el zumo. La crítica ha dicho...
Reseñas:
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Críticas:
Me llamo David Martínez Álvarez y me llaman «Rayden». Nací a las 16.23 de la tarde sin que el año me importase, de eso hace ya una treintena de veranos de viaje. Se me da fatal hablar de mí en tercera persona pero a veces mis silencios hablan en primera. Canto poesía y escribo música... O viceversa.
He trabajado de sastre de sonrisas, de boticario de mentiras de jarabe o de zapatero que ata frases al pie de la letra, y eso que tengo alergia a las etiquetas. El año pasado perdí un diario herido entre el alma y el hueso que se dedicó a curar vidas ajenas por cuenta propia. En fin... Este espacio debería estar dedicado a mi biografía pero poco importa, lo único que debes saber es que desde el momento que pases de página verás que nuestras vidas no se diferencian tanto o que, a lo mejor, tengo una vida camaleónica que se disfraza de otras.