CYRULNIK, BORIS / FERNÁNDEZ AÚZ, TOMÁS
El último libro de Boris Cyrulnik se lee como una historia de amor. En él cuenta cómo el amor de la pareja puede devolver a la vida a quienes están marcados por profundas heridas a causa de antiguas experiencias traumáticas, a la vez que nos introduce en los secretos de la teoría de la resiliencia: es decir, la capacidad autoterapéutica de las personas frente al sufrimiento psíquico o moral. Escrito con una prosa profunda y deliciosa, esta nueva obra del que quizás sea el más importante representante de dicha teoría acercará a un amplio abanico de lectores la comprensión del milagro afectivo que trae consigo el amor en la pareja. Niños soldado de la guerra, supervivientes de deportaciones, guerras o genocidios, víctimas de accidentes, personas que conviven con la discapacidad, pero también el marginado social o simplemente aquellos que han padecido graves maltratos y humillaciones, encuentran la posibilidad de redefinir el sentido del dolor por sus propios medios afectivos gracias al vínculo que supone el encuentro y el inicio de una relación amorosa. Cyrulnik nos recuerda en esta obra el valor simbólico de la palabra, la memoria y el tiempo en la construcción de la narración y de la historia amorosa que han de dar sentido al dolor que guardábamos. El amor, de entre todas las experiencias afectivas, sería fundacional para reconstruirnos. Asimismo, la mirada y la posición de Cyrulnik como relator y testimonio de todas las historias de amor que nos son contadas nos llevan a la comprensión del papel de la figura del otro, demostrando que es posible superar el trauma. Repleto de observaciones inéditas, culminación del gran talento narrativo de Cyrulnik, esta obra estimulante y generosa completa y supone un avance con respecto a la reflexión realizada en libros anteriores acerca de las experiencias de vínculo que se dan en la infancia o la adolescencia. Un libro que aproximará la teoría de la resiliencia a las teorías sobre el amor: una experiencia que nos une con el mundo y con la vida, con los demás y con nosotros mismos, con la historia y con lo real.
Boris Cyrulnik. Nacido en Burdeos en 1937 en una familia judía, sufrió la muerte de sus padres en un campo de concentración nazi del que él logró huir cuando sólo tenía 6 años. Tras la guerra, deambuló por centros de acogida hasta acabar en una granja de la Beneficencia. Por suerte, unos vecinos le inculcaron el amor a la vida y a la literatura y pudo educarse y crecer superando su pasado.
No es ni mucho menos gratuito que el Dr. Cyrulnik haya indagado tan a fondo en el trauma infantil: con siete años vio cómo toda su familia, emigrantes judíos de origen ruso, eran deportados a campos de concentración de los que nunca regresaron. "No es fácil para un niño saber que le han condenado a muerte". Era el típico caso perdido, un "patito feo" condenado a llegar a la edad adulta convertido en un maltratador, un delincuente o un tarado.
Boris Cyrulnik se transformó en un neuropsiquiatra, psicoanalista y estudioso de la etología, siendo uno de los fundadores de la etología humana.