Este libro aborda el arte de la escultura en América del Sur entre la llegada de los españoles y los movimientos de independencia, analizando un buen número de piezas que responden a propósitos, temas y sensibilidades estéticas muy concretos, dentro de lo que se ha venido a llamar la “escultura virreinal” –también llamada por algunos “escultura colonial”–. A esto, se añade un análisis de cómo en Ecuador se mantuvo dicha estética más allá de la dominación española, ejemplificando su longevidad en las nacientes repúblicas americanas. A través de 23 textos ejecutados por 25 autores de reconocido prestigio, se combinan estudios panorámicos regionales con otros más específicos sobre ciertos géneros o autores. Se incorpora, además, una visión integral que no descarta los focos escultóricos menos importantes –como pueden ser Colombia, Paraguay, Chile o Argentina– o la realidad de los territorios portugueses –que normalmente suelen separarse de los hispánicos a pesar de compartir con ellos muchas de sus dinámicas culturales. En definitiva, por su extensión y envergadura, este libro supone una importante aportación para la historiografía del arte americano.