Hay un verso entre los fragmentos del poeta griego Arquíloco que dice: «La zorra sabe muchas cosas, pero el erizo sabe una importante». Los estudiosos discrepan acerca de la correcta interpretación de tan oscuras palabras. Quizá quieran decir que, pese a su astucia, la zorra se da por vencida ante la única defensa del erizo. Sin embargo, en sentido figurado, tal vez dichas palabras pretendan señalar una de las diferencias más profundas no sólo entre los grandes escritores y pensadores, sino entre los seres humanos en general. Isaiah Berlin
Isaiah Berlin a los seis años se trasladó con su familia a Petrogrado (ahora San Petersburgo), donde vivió la revolución bolchevique. En 1919 emigró a Inglaterra. Estudió en Oxford y fue fellow del college All Souls. Diplomático en Washington y Moscú en 1941 y 1942, fue también presidente de la Academia Británica de 1974 a 1978. Sus logros en el campo de la historia de las ideas le hicieron acreedor de los premios Eramus, Lippincott y Agnelli. Entre sus numerosos libros destacan Cuatro ensayos sobre la libertad, Conceptos y categorías, Pensadores rusos, Vico y Herder y este El erizo y el zorro.