«A este jardín, que más bien era un bosque, se accedía desde el piso principal del palacete a través de un puente de hierro forjado artísticamente. Por su gusto, Rafaela lo hubiera hecho más rústico, de madera de castaño, pero su marido dijo que había de ser hierro
»
Finales del siglo XIX. Bilbao es una de las ciudades más prósperas de España. La riqueza, el desarrollo industrial y el crecimiento de la población hacen de ella un sitio muy atractivo para invertir, pero también la prostitución, el juego y las peleas son el pan nuestro de cada día. En este ambiente, una mujer excepcional comenzará a brillar con luz propia, Rafaela Ybarra.
Sistemática defensora de las pobres muchachas que llegan a Bilbao buscando un futuro mejor, Rafaela no dudará en ayudarlas para que no caigan en la marginación. Junto a su esposo, José de Vilallonga, presidente de los Altos Hornos y unos de los hombres más prósperos de la ciudad, invertirá muchos de los beneficios de la empresa en obras benéficas y en la creación de instituciones comola Congregaciónde los Santos Ángeles Custodios, pero para ello deberá enfrentarse al sistema
Gracias a esta inspiradora novela, conoceremos una época inigualable y a una mujer maravillosa que fue beatificada por Juan Pablo II como reconocimiento a su infatigable labor.
José Luis Olaizola, natural de San Sebastián, ejerció la abogacía durante quince años. Su extensa carrera literaria ha sido reconocida con numerosos galardones, entre ellos el Premio Ateneo de Sevilla 1976 por su novela Planicio o el Premio Planeta 1983 por La guerra del general Escobar, considerada recientemente por Álvaro Mutis y Javier Cercas como la «mejor novela sobre la guerra civil española». En 1982 obtuvo el Premio Barco de Vapor por su novela Cucho, que traducida al francés ganó el Grand Prix de l'Académie des Lecteurs de París