Dado que el interés por el mito es un fenómeno recurrente en prácticamente todas las épocas y culturas, Hans Blumenberg se plantea la cuestión: ¿En qué radica su fascinación? ¿Fue, tal vez, en el inicio de los tiempos, su capacidad de liberar de manera lúdica a la conciencia de aquellos poderes originarios que la aterrorizaban? ¿Era y es todavía hoy en día su carácter poético y libre, basado en la variación y la repetición constantes, que rehuye cualquier dogma? Asímismo, el filósofo analiza cómo, en cada momento histórico, la configuración de la mitología se halla estrechamente vinculada al concepto de «realidad» vigente en la época correspondiente y que la historia de su recepción resulta ser a su vez la historia de las corrientes espirituales y socioculturales. A partir de un estudio que abarca desde los neoplatónicos y los gnósticos, pasando por la patrístíca y el romanticismo (Schlegel), hasta Ilegar al rnundo moderno (Freud, Nietzsche, entre otros, Blumenberg demuestra que a veces las diferentes teorías han limitado la libertad originaria del mito haciéndolo encajar en su concepto de realidad, como ocurrió, por ejemplo, en el proceso de racionalización preconizado por la escolástica medieval y aparentemente consolidado en la Modernidad. Sin ernbargo, gracias a su carácter libre, variable y pluridimensional, la recepción del mito es y será siempre un proceso vivo y dinámico, de modo que incluso la «desmitologización» de las sociedades modernas resulta ser en sí un mito: la mitología sigue siendo de perenne actualidad.
Nacido en Lübeck en 1920, es considerado uno de los filósofos en lengua alemana más relevantes del siglo XX. Desde 1939 cursó con interrupciones estudios de filosofía, germanística y filosofía clásica en las universidades de Paderborn, Fráncfort del Meno y Kiel, doctorándose en filosofía por esta última en el año 1947. Su estudio de habilitación estuvo dedicado a la fenomenología husserliana. Impartió clases de filosofía en las universidades de Hamburgo, Giessen, Bochum y Münster, de la que será catedrático emérito. Fue miembro de la Academia de Ciencias y Literatura de Maguncia y cofundador del grupo de investigación Poética y Hermenéutica junto a Wolfgang Iser, Clemens Heselhaus y Hans Robert Jauß. Fue premio Kuno Fischer de la Universidad de Heidelberg y premio Sigmund Freud para prosa científica, entre otras distinciones que obtuvo como reconocimiento a su labor. Murió en Altenberg, cerca de Münster, en 1996.