Si, como dice Marc Augé la antropología trabaja localizando y comprendiendo las diferencias, ¿es posible aún realizar esta labor en un tiempo de procesos de uniformización a escala planetaria? Sólo es posible responder a esta pregunta adoptando dos direcciones. La primera pasa por reconsiderar el mundo actual, que quizás sea más diverso de lo que los ideólogos de la globalización imaginan. La segunda por volver a analizar la propia antropología, y éste es el camino emprendido por Augé en este libro, porque, según él, ello le permitirá acceder a la comprensión del mundo presente: según su convicción,
Marc Augé (Francia, 1935) nació en una familia de militares, se interesó en la descolonización, pero también en las ciencias de la información y la comunicación. Con el tiempo, terminó transformándose en el mejor observador de lo que él mismo llamó "sobremodernidad". Una situación social marcada por el exceso: tiempo, velocidad, movimientos y consumo. Desde las lagunas del sur de Costa de Marfil hasta el Jardín de Luxemburgo, de Togo al metro de París, del paganismo al hipermodernismo, Marc Augé inventó una singular antropología de los mundos africanos y contemporáneos.