¿Juegas? Para el protagonista de este libro, por mucho que tenga un proyecto importante entre manos, lo más necesario es pasar la mayor parte del día jugando. Y eso que ya es una persona mayor (o medio mayor, por lo menos: 3537 años). Sin embargo, no le da demasiada vergüenza, y siempre lleva una pelota de goma, y viaja con dos sacos llenos de soldaditos de plástico para jugar con su hermano o compra diccionarios y enciclopedias para escribir vidas que no existen.