¿Una novela sobre los preparativos de una familia privilegiada de Nueva Inglaterra que pretende sobrevivir al fin del mundo? En El reloj de sol, de 1958, Shirley Jackson consiguió aunar imaginación, humor y sátira social de manera única. Sus lectores reconocerán además la singular mezcla de siniestro cuento de hadas con elementos propios de la novela norteamericana posterior a la Segunda Guerra Mundial. Orianna Halloran hereda la mansión familiar tras la muerte de su hijo. Su nuera Maryjane no puede reprimir el disgusto ante el ascenso al poder doméstico de la despótica Orianna y comparte sus planes de venganza con su hija, una niña algo perversa que se deleita en imaginar muerta a su abuela. El resto de la parentela se muestran bastante confusos. Más cuando se enteran, gracias a algunas misteriosas visitas y a ciertos insólitos acontecimientos, de que el mundo está próximo a su fin y solo se salvarán la gran casa y sus doce ocupantes.
Shirley Jackson (San Francisco 1916 ? Bennington 1965) estudió en la Universidad de Syracuse. En 1948 aparecieron su primera novela, The Road Through the Wall, y el cuento «La lotería», que se ha convertido en un clásico del siglo XX. Su obra ?que también incluye otras novelas como Hangsaman (1951), The Birds Nest (1954) o La maldición de Hill House (1959) y los ensayos autobiográficos Life Among the Savages(1953) y Raising Demons (1956)? ha ejercido una gran influencia en Stephen King, Richard Matheson, Jonathan Lethem y Donna Tartt, entre otros escritores. En 1962 publicó Siempre hemos vivido en el castillo, que fue considerada por la revista Timecomo una de las diez mejores novelas del año.