Hacemos leer los cuentos de hadas a los niños para que aprendan a distinguir el bien del mal y extraigan enseñanzas sobre problemas existenciales. ¿Pero que ocurriría con tales valores si le diéramos la vuelta a esos mismos cuentos? José Ovejero escritor iconoclasta donde los haya nos ofrece aquí un ramillete de estos cuentos de «los de toda la vida», y lo hace en una clave políticamente incorrecta, llena de ironía y de espíritu paradójico. Estos nuevos cuentos desaforados de príncipes, sirenas, genios de la lámpara y peces dorados suponen algo más que una humorada en la obra proteiforme del escritor, o una atrevida incursión en la cuentística tradicional (sin duda le habrían causado un buen quebradero de cabeza a Bruno Bettelheim, autor del conocido libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas): son historias que, aprovechando que nos hacen reír (y no poco), nos empujan a reflexionar.
José Ovejero (Madrid, 1958) vive a caballo entre Madrid y Bruselas, donde combina su pasión por la literatura con las colaboraciones periodísticas. Desde que ganara el Premio Ciudad de Irún 1993 con su poemario Biografía del explorador, ha cultivado todos los géneros, siendo especialmente reseñables su libro de viajes China para hipocondríacos, merecedor del Premio Grandes Viajeros 1998, y su novela Las vidas ajenas, ganadora del Premio Primavera 2005. Desde su primer galardón hasta el último, el autora ha continuado cultivando el género narrativo con novelas como Añoranza del héroe (1997), Huir de Palermo (1999) y Un mal año para Miki (2003), con libros de relatos como Cuentos para salvarnos a todos (1996), Qué raros son los hombres (2000) y Mujeres que viajan solas (2004), y con ensayos como Bruselas (1996).