Eduardo Arroyo deja por esta vez los pinceles y decide tomar la pluma para captar estos tres cuadros, este triángulo negro formado por tres geniales artistas, cuya obra perdura y perdurará en siglos futuros.Eduardo Arroyo traza en esta obra los retratos de tres personajes unidos por la melancolía y la angustia: Goya, Walter Benjamin y lord Byron. Las voces del pintor, el filósofo y el poeta se unen en lamentos de persecución, exilio y muerte.Goya murió en el exilio en Burdeos, Walter Benjamin se quitó la vida ante la pesadilla nazi y lord Byron encontró la muerte en tierras griegas, luchando por la libertad de ese país. Los tres, que se adentraron por el camino de la autodestrucción, se presentan ante el autor como calaveras descarnadas, abandonadas a su suerte en cementerios poco gloriosos.Eduardo Arroyo deja por esta vez los pinceles y decide tomar la pluma para captar estos tres cuadros, este triángulo negro formado por tres geniales artistas, cuya obra perdura y perdurará en siglos futuros.
Eduardo Arroyo nació, en 1937, en Madrid, donde estudió en el Liceo Francés y, posteriormente, en la escuela de periodismo. En 1958, por oposición al franquismo, se exilió en París, donde abandonó el periodismo para dedicarse a la pintura y al dibujo. Hasta el restablecimiento de la democracia en España, la obsesión del exilio y la historia conflictiva nutrieron su pintura, polémica y bañada en ironía y lirismo. Ha realizado decorados de teatro y es autor de la biografía Panama Al Brown, de la pieza de teatro Bantam y del libro de reflexiones Sardinas en aceite.