Profunda meditación sobre la condición problemática de la escritura contemporánea, la poesía de Andrés Sánchez Robayna reunida en su totalidad en este volumen es todo lo contrario de una práctica inocente o arcádica. Su sensualidad y fisicalidad nos recuerdan a los poetas «metafísicos» ingleses, pero también hacen evocar el idealismo trascendental, enfrentado a una ardua dialéctica entre el yo, la palabra y el mundo. En esta aventura intelectual se despliega un vasto espacio de invención lírica, un territorio de sorpresivo placer tanto para el pensamiento como para los sentidos. Si tuviéramos que nombrar ese territorio con un solo término, el más apropiado sería rigor. El paisaje poético de Sánchez Robayna se caracteriza por un conjunto de figuras obstinadas, ceñidas a lo elemental, cuya aparente simplicidad encierra austeros ejercicios del espíritu.