Stefan Zweig se refirió al gran humanista Erasmo de Rotterdam como el primer ?europeo consciente de serlo?. Para él, Erasmo era el ?maestro venerado?, al que se sentía unido no solamente en lo espiritual sino sobre todo en el rechazo de toda clase de violencia. Esta ?figura de alguien que tiene razón no en el ámbito tangible del éxito sino únicamente en sentido moral? fascinaba a Zweig. La fortaleza de espíritu y la dificultad para decidirse a actuar constituyen el ?triunfo y la tragedia? de Erasmo.
Stefan Zweig intenta, con su biografía, que Erasmo replique con lo que fue el sentido de su vida: la justicia. Sabe que ?el espíritu libre e independiente, que no se deja atar por ningún dogma y que evita tomar partido, no tiene patria en la tierra?.
Stefan Zweig (Viena, 1881 ? Río de Janeiro, 1942) fue uno de los escritores más polifacéticos de la primera mitad del siglo XX. De origen judío, estudió en Berlín y Viena, tras lo cual acabó viajando gran parte de su vida. Durante la primera guerra mundial se trasladó a Zurich, donde se adhirió a las causas pacifistas del escritor francés Romain Rolland. Más tarde volvió a su país, concretamente a Salzburgo, pero el nazismo le obligó a exiliarse en 1934. Así Zweig y su segunda esposa se instalaron primero en Londres y más tarde en Brasil, donde, profundamente desilusionados por el ambiente bélico que imperaba en todo el mundo, se suicidaron en 1942. Zweig cultivó todos los géneros literarios, aunque destacó especialmente como narrador (Primera experiencia, 1923