Un estuche que contiene la obra obra maestra de Marcel Proust para conmemorar el centenario de su muerte. En busca del tiempo perdido es una de las cumbres de la literatura universal, y en esta edición en estuche se reúnen las siete partes que conforman esta de inagotable novela río. A lo largo de sus más de tres mil páginas, conocemos a personajes inolvidables como la misteriosa Odette, el celoso Charles Swann, la banda de muchachas en flor del balneario de Balbec, el perverso barón de Charlus o la cuasidivina duquesa de Guermantes, entre otros muchos. En medio de todos ellos se mueve el narrador, un hombre que se interna por los caminos de la memoria para revivir el mundo desaparecido de la belle époque, pero que acaba describiendo una multiplicidad de psicologías, situaciones e impulsos que parecen contener la humanidad entera.
Marcel Proust nació en París en 1871 y murió en 1922 en esa misma
ciudad. Víctima de un asma crónica, estudió en el liceo Condorcet, y,
posteriormente, en la escuela de ciencias políticas al tiempo que asistía a los
cursos del filósofo Henri Bergson. Traductor de John Ruskin, en 1896 publicó Los placeres y los días, para después
sumergirse en la escritura de la novela autobiográfica Jean Santeuil, de las prosas de Contra Sainte-Beuve -ambos volúmenes publicados póstumamente-, y de su
obra capital, En busca del tiempo perdido,
que Proust nunca llegó a ver publicada entera. Esta nueva edición de Contra Sainte-Beuve. Recuerdos de una mañana, a cargo
de Antoni Marí y de Manel Pla, restaura con la máxima fidelidad,
a partir de las diversas ediciones y versiones existentes de esta obra, el
proyecto concebido originalmente por Proust.