Vivimos tiempos donde lo falso se expande como una epidemia. No ha invadido solo el mundo de la información y la política o de los objetos. También se extiende a las personas (impostores, falsos titulados, etc.). Lo falso ha existido siempre; su actual in
Miguel Albero nació en Madrid en 1967. Desde
entonces ha ido cumpliendo años con impecable puntualidad. Ha vivido, por
razones de índole laboral, en Dakar y Roma, capitales cuyas íntimas afinidades
apenas precisan explicación. En la actualidad reside en Mendoza (Argentina),
rodeado de viñedos que tampoco son suyos. Principiante
también como escritor, Albero
demuestra, contrariamente a sus personajes, una desenvuelta ironía y una
originalidad de planteamientos que hacen de él un magnífico contador de historias.