"La literatura, a los ojos de Flaubert, era una función superior, la sola función importante del mundo. Por esto mismo quería que todos fuesen respetuosos con ella. Su gran rencor contra los hombres tenía por principal causa la indiferencia de la mayoría de éstos en asuntos de arte, la sorda desconfianza, el temor vago del vulgo ante un estilo trabajado y brillante. Tenía Flaubert una frase que repetía muy a menudo con voz terrible: "¡El odio a la literatura! ¡El odio a la literatura!", y encontraba ese odio en todas partes; en los hombres políticos más todavía que en los burgueses."
Nacido en
París en 1840, pasó su infancia en Aix-en-Provence, donde trabó una gran
amistad con Paul Cézanne. A los veintidós años entró a trabajar en la editorial
Hachette, empleo que abandonó en 1866 para dedicarse en exclusiva al periodismo
y a la literatura. Ya en 1864 había publicado un libro de tinte romántico que
cosechó un gran éxito: Contes à Ninon.
En 1867 saca a la luz su primera novela «naturalista», Thérèse Raquin, considerada en su momento littérature putride. En 1868 comienza el ciclo de los Rougon-Macquart, cuyas veinte novelas
concluyó en apenas veinticinco años. Condenado a un año de cárcel por su intervención
en el caso Dreyfus, en 1898 se exilia en Inglaterra durante once meses. En
1902, muere en París, asfixiado por las emanaciones de una chimenea.