La palabra hace visible y decible el mundo. La palabra es la función del mundo. La tarea última de la poesía, por eso, es rescatar las palabras de la irrelevancia, la insignificancia y la inexistencia donde las ha confinado nuestro modelo de civilización y devolverles su dignidad, su libertad y su sentido. La poesía es, o debería ser, una propuesta de felicidad universal. Y es a eso exactamente
hacia donde apunta toda la poesía de Juan Carlos Mestre: hacia esa felicidad (cívica, solidaria, puerta a puerta, justa) en medio de la cual una imaginación fértil y arriesgada hace malabarismos con las palabras para devolverles la
alegría, las ganas de vivir, su originaria luz contagiosa, el misterio limpio de la vida.
Alicante, 1974.
Comienza su formación de la mano de Juan Luis Mira. Ha dirigido Poesía de viejas para chicas listas, Entre Mujeres y Polvorones, además de los sketches de Spanish Revolution Live Show. Como actor ha participado en El ombligo de la reina, De lo fingido verdadero, Yo me bajo en la próxima ¿y usted?, Hendaya, el musical, El tiempo y los Conway, El mercader de Venecia o El lindo Don Diego. En televisión ha realizado capitulares de varias series, TV movies y el videoclip Amo a Laura. Ha ejercido labores de producción y como director residente, ayudante de dirección y asesor de interpretación, y codirigido junto a Esther Tablas la obra de danza-teatro Danza esporádica. Trabaja como profesor de Interpretación en la Escuela Nave 73, y en la Fundación ONCE, e imparte clases de teatro en SOM Escuela de Teatro Musical.