En este estudio de gran envergadura, Paul Ricoeur toma como punto de partida la teoría de Karl Mannheim quien entendía los conceptos de ideología y utopía como íntimamente relacionados, pero definiéndolos como dos formas de desvío o incongruencia respecto a la realidad.
Ricoeur contrapone a esta visión negativa una interpretación positiva, considerando que en ambos fenómenos hay también el factor positivo y hasta necesario de la construcción de discursos sobre la vida social real. Sólo si no se alejan demasiado de ésta pueden cumplir con su función positiva de elaboración simbólico-narrativa de lo real. Para Ricoeur, la conjunción de estas dos funciones opuestas tipifica la imaginación social y cultural. De este modo, el análisis de ideología y utopía forma parte de su proyecto más amplio de una filosofía de la imaginación que Ricoeur estaba elaborando al mismo tiempo. Los discursos, tanto ideológicos como utópicos, son los lugares en los que la sociedad deposita las respuestas a los cambios históricos y sociales. La investigación incluye un análisis detallado del concepto de ideología en Marx y muestra su evolución en las teorías de Max Weber, Louis Althusser, Jürgen Habermas, Hannah Arendt y Clifford Geertz, entre otros.
La vertiente de la utopía se atiende a lo largo del texto en interpretaciones novedosas de las obras renacentistas y modernas desde Tomás Moro hasta Fourier y otros utopistas representativos del siglo xix. Esta obra significa un paso decisivo hacia una hermenéutica de la sociedad, que anticipa las posiciones posteriores de Ricoeur en su teoría de la narratividad y de la historia.
Nacido en 1913, fue catedrático de filosofía en las Universidades de la Sorbona y de Nanterre hasta 1970 y luego de teología y pensamiento social en la Universidad de Chicago. De sus muchas obras se han traducido al castellano, entre otras, Tiempo y narración, Finitud y culpabilidad, La metáfora viva, Historia y verdad y Lo justo.