Ilusiones perdidas ocupa un lugar central en La comedia humana, el ambicioso proyecto literario de Honoré de Balzac. La novela está protagonizada por Lucien de Rubempré quien, tras abandonar Angulema en busca de su triunfo como poeta en París debe enfrentarse a la sociedad de la capital, especialmente a los usureros y estafadores del mundo editorial, que Balzac conocía de primera mano, construyendo así una ácida crítica de la vida cultural parisina. La novela se enmarca dentro del ciclo «Escenas de la vida de provincias», dedicado al retrato costumbrista de aquella sociedad francesa decimonónica que, aunque ya había vivido la Revolución, aún permanecía anclada en una jerarquización social casi estamental; una sociedad clasista compleja, marcada por el signo de la pérdida, la desilusión y el descubrimiento del mal.
Honoré de Balzac (Tours, 1799-París, 1850), el novelista francés más relevante de la primera mitad del siglo XIX y uno de los grandes escritores de todos los tiempos, fue autor de una portentosa y vasta obra literaria, cuyo núcleo central, la Comedia humana, a la que pertenece Eugenia Grandet, no tiene parangón en ninguna otra época anterior o posterior.