Una imagen falta en el origen. Ninguno de nosotros pudo asistir a la escena sexual de la que es resultado. El niño que proviene de ella la imagina interminablemente. Es lo que los psicoanalistas llaman Urszene. Una imagen falta al final. Ninguno de nosotros asistirá, vivo, a su propia muerte. También el hombre y la mujer imaginan interminablemente su descenso hacia los muertos, al otro mundo, el de las sombras. Es lo que los griegos llamaban Nèkhuia. De un modo más radical, quisiera mostrarles que hay, en toda imagen, una imagen que falta... "Hablar de la imagen que falta no es sólo una imagen. Y tampoco se trata de una mera forma de hablar". Quisiera hacerlos palpar, una vez nada más, la imagen particular que falta en una imagen particular.
Pascal Quignard nació en 1948 en Verneuil-sur-Avre, Normandía. Es autor de numerosas novelas (El salón de Wurtemberg, Todas las mañanas del mundo, Terraza en Roma, Vida secreta) y de «pequeños tratados», como él los llama, en los que la ficción está entretejida con la reflexión. En 1994 publicó El sexo y el espanto. Entre otros premios, en 2002 obtuvo el Goncourt por Les ombres errantes, primer tomo de la obra titulada Dernier Royaume.