El joven Berger, alter ego de Jünger, huye del hogar paterno en busca de aventuras en el corazón de África, un continente que ha sublimado y mitificado en sus lecturas adolescentes. Sus andanzas allí estarán animadas por una fascinante tropa de vagabundos y antihéroes conradianos, entre los que sobresale Benoit el veterano y magnético camarada de la Legión Extranjería que sedujo al Junger con sus relatos sobre las maravillas del opio y de Indochina, que le secunda en su frustrada tentativa de deserción. Precisamente a él va dirigida la Carta a un amigo desaparecido, un texto inédito que a modo de epílogo publicamos en nuestra edición: un canto melancólico a la amistad y al corazón aventurero, una epístola elegiaca que sirve de contrapunto al amargo desengaño con que concluye esta extraordinaria novela de formación.
Escritor alemán nacido en Heidelberg. A lo largo de sus 103 años, se transformó en uno de los hitos culturales fundamentales del siglo, no sólo en Alemania, sino en todo Occidente. Inmerso en un siglo convulso, portavoz no oficial de la Kultur germana tan denostada entre 1914 y 1945, sufre en su propia carne los prejuicios que la propaganda achaca a esta Kultur en todo su sentido negativo, prejuicios que, por extensión, no han dudado en esgrimir sus detractores en todo tiempo y lugar. No obstante, al conocedor de su obra no le queda más remedio que doblegarse y, aún no estando de acuerdo con todos sus postulados, reconocer su relevancia en el desarrollo cultural del siglo XX. Participó como voluntario en la primera guerra mundial. La experiencia de aquellos años terribles quedó reflejada en Tempestades de acero, primer tomo de sus Diarios. Terminada la contienda, alternó su afición a escribir y viajar con los estudios de zoología y filosofía. Dentro del conjunto de su extensa obra, ocupan una posición central los Diarios, que ofrecen el testimonio de una trayectoria intelectual que se extiende a lo largo de casi ochenta años. Su obra, polémica donde las haya, ha ido sobreviviendo a los avatares de la Historia gracias a la sedimentada lucidez con la cual ha vivido y dado cuenta, desde una posición personal siempre incómoda y delicada, de los acontecimientos que han ido marcando un siglo cargado de convulsiones de toda índole. Escribió entre otras obras, Acercamientos, La emboscadura, El libro del reloj de arena, Radiaciones (Vol. 1 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Radiaciones (Vol. 2 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Pasados los setenta I (Radiaciones Vol. 3), Tempestades de acero, La tijera, El tirachinas y El trabajador.