Julio Anguita Parrado (Córdoba, 1971) fue uno de los dos periodistas españoles que murieron en la última e inacabada Guerra de Irak cumpliendo con su deber de informar, es decir, atendiendo el derecho de sus conciudadanos a estar informados. Julio A. Parrado como solía firmar él, para evitar que todo el mundo le preguntara por lo mismo cayó víctima de un ataque con misiles, junto con otro reportero y dos soldados norteamericanos, cuando recogía datos para su crónica diaria de la guerra. Este libro es un puzle hecho de muchas piezas diferentes: palabras de los suyos, evocaciones de sus amigos y compañeros, artículos escritos por él en las diferentes etapas de su intensa vida profesional (en Córdoba, en Madrid dentro de la redacción de El Mundo, en Nueva York, como corresponsal, y finalmente en Irak, como corresponsal de guerra). Todas las piezas de este puzle van encajando hasta ofrecernos el retrato inconfundible de un periodista sensible, agudo en la observación, preciso en la palabra y honrado en el relato. De los que tanta falta hacen.