Si en la poesía de Eloy Sánchez Rosillo se ha dado en todo momento la alternancia de elegía y celebración, con predominio claro de la primera en varios de sus títulos, en La certeza la balanza se inclina decididamente hacia el lado de la alegría y de la gozosa meditación. No faltan en el libro algunos hondos poemas elegíacos, pero un tono esperanzado no menos profundo va abriéndose camino a través de los versos de este volumen hasta imponerse por completo en muchas de sus composiciones y culminar en el poema que sirve de cierre y da título al conjunto. Al cabo de un silencio de casi una década, La certeza parece iniciar un nuevo estilo en la poesía del autor, abrir una brecha en la que el sujeto descubre motivos para la esperanza, razones de vivir, la certidumbre en definitiva, tras varias dudas e interrogantes, de que la vida siempre se ofrece, siempre renace y nos da motivos para sentir plenos los días y las ocasiones dichosas cuando irrumpe el sol del verano, o cuando se contempla la tarde desde la ventanilla de un tren. Por lo que tiene de inflexión, de inauguración de nuevos tonos, tal vez nos encontramos ante el libro más sobresaliente y maduro del poeta.
Eloy Sánchez Rosillo nació en Murcia, en 1948, y es profesor de literatura española en la universidad de su ciudad natal. Entre el inicial Maneras de estar solo (Madrid, 1978) y Oír la luz, hay que apuntar en el haber del autor otros cinco libros de poesía: Páginas de un diario (Barcelona, 1981), Elegías (Madrid, 1984), Autorretratos (Barcelona, 1989), La vida, publicado en 1996 por Tusquets Editores, que en adelante se encargará de sacar a luz las obras del poeta, y La certeza, aparecido en 2005, al que se le concedió el Premio Nacional de la Crítica correspondiente a ese año. En 2004 se publicó Las cosas como fueron. Poesía completa (1974?2003), recopilación de los cinco primeros títulos de Sánchez Rosillo, corregidos y en edición definitiva.