Dos relatos sorprendentes enmarcan La confesión
de una joven y otros cuentos de noche y crimen. El que presta título
al volumen es la confesión hecha, poco antes de morir, por una joven
que se suicida tras una compleja relación filial con su madre y
fue fruto de la imaginación, en 1896, del joven Proust.
En cambio, Sentimientos filiales de un parricida,
que cierra el volumen, es un reportaje periodístico. Once años
más tarde la realidad copiaba a la ficción: en 1907, Proust
se entera por una noticia aparecida en la prensa de que un joven de la
alta sociedad, con el que mantenía correspondencia, acaba de asesinar
a su madre y luego, tras mutilarse de forma horrible, se había suicidado.
Antes
de la noche, Violante o La mundanidad y el
final de los celos giran sobre esos mismos elementos: noche, traiciones
a sí mismo, muertes, suicidios morales...
Marcel Proust nació en París en 1871 y murió en 1922 en esa misma
ciudad. Víctima de un asma crónica, estudió en el liceo Condorcet, y,
posteriormente, en la escuela de ciencias políticas al tiempo que asistía a los
cursos del filósofo Henri Bergson. Traductor de John Ruskin, en 1896 publicó Los placeres y los días, para después
sumergirse en la escritura de la novela autobiográfica Jean Santeuil, de las prosas de Contra Sainte-Beuve -ambos volúmenes publicados póstumamente-, y de su
obra capital, En busca del tiempo perdido,
que Proust nunca llegó a ver publicada entera. Esta nueva edición de Contra Sainte-Beuve. Recuerdos de una mañana, a cargo
de Antoni Marí y de Manel Pla, restaura con la máxima fidelidad,
a partir de las diversas ediciones y versiones existentes de esta obra, el
proyecto concebido originalmente por Proust.