Los tatuajes y la modificación del cuerpo, la música que colorea y matiza los eventos deportivos, El planeta de los simios, el humor y la experiencia. El colapso que experimentó Yugoslavia, y el consiguiente exilio de la autora, nos llevan a reflexiones acerca del nacionalismo, el crimen y la política. Dubravka Ugresic alza la mirada con valentía para adquirir una perspectiva humanista y retratar así a aquellos personajes icónicos del antiguo bloque del Este que trabajan actualmente como limpiadores en Holanda o que abren tiendas clandestinas con productos procedentes de sus países de origen. Dubravka Ugreic, ganadora del Neustadt International Prize, nos lleva con suma elegancia hacia las claves que nos permiten comprender el presente: desde La La Land hasta el cadáver de Lenin.
Nació en 1949 en Kutina, un pueblecito cercano a Zagreb. Tras estallar la Guerra de los Balcanes, se exilió de su país. Desde entonces ha enseñado en numerosas universidades de Europa y América, como Harvard, Columbia y la Free University de Berlín. Entre sus obras, que han sido traducidas a numerosos idiomas, destacan «El museo de la rendición incondicional» (1996) y «Baba Yaga puso un huevo» (2008), que será publicado próximamente por Impedimenta, así como los ensayos «Gracias por no leer» (2003) y «Karaoke Culture» (2010), que quedó finalista del National Book Critics Circle Award en 2011. También ha recibido el Premio del Estado Austriaco a la Literatura Europea (1998), galardón que han distinguido a otros autores como Stanislaw Lem, Marguerite Duras o Mircea Cartarescu, y en 2009 quedó finalista del Premio Booker. Actualmente reside en Ámsterdam.