Toda traducción implica forzosamente un reto; más aún si se trata de una obra clásica, como sucede con La Eneida, en la que Virgilio (70-19 a.C), sobre el molde tradicional del género literario de la épica, se propuso contar lo que para los romanos constituía una especie de prehistoria de Roma, entretejida de leyendas oscuras y contradictorias, bajo las que se escondía parte de verdad. De este modo, el poeta, junto a su inspiración, su larga preparación como versificador y su profundo conocimiento de la literatura griega y latina, recabó información en las obras de los historiadores y en los registros que los pontífices romanos iban elaborando de los sucesos relevantes. La traducción que se propone en este libro da cuenta de toda la complejidad de la obra siendo fiel a su sentido primitivo y respetando el movimiento sintáctico del original.
Publio VIRGILIO MARÓN. Más conocido por Virgilio, fue un poeta romano, autor de la "Eneida", las "Bucólicas" y las "Geórgicas". En la obra de Dante Alighieri, "La Divina Comedia", fue su guía a través del infierno y del purgatorio. Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma. Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.