La "Eneida," el gran poema épico de Publio Virgilio Marón (Andes, Mantua, 70 a. C.-Bríndisi, 19 a. C.) que no pudo terminar, exalta los orígenes del pueblo romano a través de Eneas, héroe troyano de estirpe divina, y narra sus viajes y las guerras que hubo de sostener para establecer su linaje en el Lacio. La influencia de Homero es evidente y las referencias a la Ilíada y la Odisea, constantes; pero su finalidad concreta era conseguir que los romanos estuvieran orgullosos de serlo, que se sintieran herederos de los dioses y de los héroes que habían forjando su historia nacional, y, sobre todo, exaltar la figura de Augusto como materialización y eclosión del glorioso destino de Roma. A Virgilio nunca le satisfizo plenamente su obra; trató de destruirla y en su testamento prohibió su publicación, pero el emperador Augusto lo impidió.
Edición y traducción de Alfonso Cuatrecasas
Publio VIRGILIO MARÓN. Más conocido por Virgilio, fue un poeta romano, autor de la "Eneida", las "Bucólicas" y las "Geórgicas". En la obra de Dante Alighieri, "La Divina Comedia", fue su guía a través del infierno y del purgatorio. Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma. Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.