Sobre el trasfondo de la obra de Teócrito (siglos IV-III a. C.), considerado el padre de la poesía pastoril,
Publio Virgilio Marón (70-19 a. C.) trabajó en las Bucólicas, la primera de sus grandes obras, durante tres años (42-
39 a. C.). Se trata de diez poemas de unos cien versos cada uno que no constituyen únicamente una colección de poemas,
sino un libro cuidadosamente estructurado en un esquema simétrico. En boca de sus pastores, personajes cultos y
refinados que desentonan con lo rústico del fondo, el poeta aborda temas como la confiscación de las tierras (que la
familia de Virgilio había sufrido), el amor, la poesía, la música, la belleza, la naturaleza, la vida y la muerte, la
mitología, el asesinato, el suicidio, con una perfección formal extraordinaria y sin perder de vista la sociedad romana
y las circunstancias históricas en que le tocó vivir. «Virgilio se muestra en las Bucólicas como poeta perito ya en el
género, con dominio de un lenguaje poético apropiado y con recursos literarios propios en consonancia con sus propias
convicciones, que le hacen creador en Roma de un estilo definitivo ya para siempre». Tomás de la Ascensión Recio
García
Publio VIRGILIO MARÓN. Más conocido por Virgilio, fue un poeta romano, autor de la "Eneida", las "Bucólicas" y las "Geórgicas". En la obra de Dante Alighieri, "La Divina Comedia", fue su guía a través del infierno y del purgatorio. Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma. Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.